martes, 9 de agosto de 2011

Breviario de 5 minutos.


Volamos entre nidos de apariencia, esperando poder advertir entre el aleteo incesante del devenir un atisbo de realidad consciente, objetiva, evidente y diáfana. Mientras, perdidos en el mar de sensaciones de nuestro tránsito, las suaves caricias de la brisa rozan nuestro plumaje ,la vista perdida en el horizonte dibuja conjeturas de las formas que esconde la neblina del pesar, continuamos moviendo con cegadora vehemencia las articulaciones de nuestro ser en la más violenta cima de nuestras dudas. Cómo aquél pensador apesadumbrado , nuestros músculos se contraen ante la barbarie de nuestra lógica que configura los movimientos violentos, convencionales, viscosos y autómatas de unos vocablos opresivos, coaccionadores y fronterizos de la materia. Y cuando aún nos encontramos en la vigilia de la ignorancia, caemos al inminente vacío, con la absoluta certeza de la determinación de nuestro vano esfuerzo abstracto en desengranar la práctica de nuestros pies hundidos en el barro, las gotas de lluvia deslizándose por nuestra efímera piel, nuestros ojos brillantes ante lo sublime de la incomprensión y decadencia de nuestro fin.